MANEJO AMBULATORIO DEL ASMA LEVE Y MODERADA
Resumen
La categorización de la gravedad del asma se basa en la frecuencia de la aparición de los síntomas, la limitación de las actividades habituales, la cantidad de exacerbaciones y la limitación funcional respiratoria. En el asma leve y moderada, esta categorización nos orienta para iniciar el tratamiento y posteriormente para evaluar el seguimiento y la corrección del tratamiento instituido. Se estima que el asma leve representa entre el 50% y el 80% de los pacientes con asma atendidos en la atención primaria, la gran mayoría de los cuales son tratados sólo con agonistas beta 2 de acción corta (SABA, su sigla en inglés). Como esta población no está exenta de exacerbaciones, el 30-52% de las exacerbaciones que requirieron atención de urgencia ocurrió en pacientes que en los tres
meses previos habían tenido síntomas menos de tres veces a la semana o que se disparaban sólo con ejercicio. La introducción de cambios en la Global Initiative for Asthma (GINA) desde 2019 a la fecha permitieron adoptar una nueva mirada del asma leve, por la cual ya no se recomienda el uso de SABA como monoterapia, porque puede enmascarar, subestimar y empeorar la inflamación en ausencia del tratamiento con corticoides inhalados, a los que el paciente con asma leve suele tener poca adherencia. Estudios recientes demuestran que un tercio de los pacientes con asma suelen utilizar tres cánisters o más de SABA por año, y esto se asocia a mayor riesgo de exacerbaciones y hospitalizaciones por asma.