ENCEFALITIS AUTOINMUNE EN PACIENTE CON NEUROMIELITIS ÓPTICA. A PROPÓSITO DE UN CASO

AUTOIMMUNE ENCEPHALITIS IN A PATIENT WITH NEUROMYELITIS OPTICA. A CASE REPORT

Hugo Milione,1 Miriam Rodríguez,2 Sadia Jiménez,3 Juan José Huarachi,4 Yanina Rabi5

1 Especialista en Medicina Interna, médico de planta del Hospital de Agudos Dr. Diego Paroissien.

2 Especialista en Medicina Interna, médica de planta del Hospital de Agudos Dr. Diego Paroissien.

3 Residente de cuarto año de la especialidad en Medicina Interna, Hospital de Agudos Dr. Diego Paroissien.

4 Residente de primer año, Hospital de Agudos Dr. Diego Paroissien.

5 Residente de primer año, Hospital de Agudos Dr. Diego Paroissien.

AUTOR PARA CORRESPONDENCIA

Sadia Paola Jiménez Maldonado. Tel.: 11-5668-6203. Correo electrónico: sadiajimenez@yahoo.com

Los autores manifiestan no poseer conflictos de intereses.

 

 

Resumen

La neuromielitis óptica es una enfermedad desmielinizante, autoinmune e inflamatoria crónica del sistema nervioso central (SNC) caracterizada por afectar severamente la médula espinal y los nervios ópticos de forma monofásica o en brotes y remisiones. A continuación se presenta el caso de un paciente de sexo masculino de 42 años de edad con antecedentes de síndrome de Devic, que ingresa por reagudización de su enfermedad. Durante la internación presenta compromiso neurológico con alteraciones psiquiátricas; se decide realizar anticuerpos en suero y líquido cefalorraquídeo (LCR), y se obtiene resultado positivo para anti-NMDA-R S, antiacuaporina 4-IgG y anti-NMO; esto confirma el diagnóstico de encefalitis autoinmune. Este caso tiene por objeto ilustrar al lector sobre la rareza y particularidad de esta asociación y la importancia de su sospecha.

Palabras clave. Encefalitis autoimmune, neuromielitis óptica, enfermedad autoinmune.

 

Abstract

Neuromyelitis optica is a chronic demyelinating, autoimmune and inflammatory disease of the central nervous system (CNS) characterized by severely affecting the spinal cord and optic nerves in a monophasic form or in flares and remissions. A case is reported of a 42-year-old male patient with a history of Devic’s syndrome, admitted for exacerbation of his disease; during hospitalization he developed neurological involvement with psychiatric alterations; studies of antibodies in serum and CSF were performed, resulting positive for anti-NMDA-R S, anti-aquaporin 4-IgG and anti-NMO. Diagnosis of autoimmune encephalitis was thus confirmed. This case is intended to illustrate the rarity and particularity of this association, and the importance of clinical suspicion.

Key words. Autoimmune encephalitis, neuromyelitis optica, autoimmune disease.

 

ark caicyt: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s26184311/enaituo7m

 

 

 

Introducción

 

Las enfermedades inflamatorias desmielinizantes del sistema nervioso central (SNC) suelen manifestarse con cuadros clínicos recurrentes, lo cual refleja la presencia de un mecanismo inmunológico subyacente. La esclerosis múltiple (EM) es el prototipo de estas patologías; sin embargo, en las últimas décadas se han descrito otras entidades clínicas con mayor afección de los nervios ópticos y la médula espinal. Tal es el caso de la neuromielitis óptica (NMO).

La neuromielitis óptica (NMO), o síndrome de Devic, es una enfermedad desmielinizante autoinmune e inflamatoria crónica del sistema nervioso central (SNC) caracterizada por afectar severamente la médula espinal y los nervios ópticos de forma monofásica o en brotes y remisiones, y es una causa de discapacidad en jóvenes y adultos. Durante años esta afección ha sido clasificada como variante opticoespinal (asiática) de la esclerosis múltiple (OSMS, su sigla en inglés). Sin embargo, actualmente existen varias características clínicas, de laboratorio, neuroimágenes y en la anatomía patológica que la distinguen de la esclerosis múltiple.

La identificación de un anticuerpo específico, antiacuaporina 4 (AQP4-IgG), en la mayoría de los pacientes con NMO y en pacientes con formas limitadas de la enfermedad denominadas trastornos del espectro de neuromielitis óptica (NMOSD, su sigla en inglés) permitió clasificarlas dentro de un mismo grupo de enfermedades con un anticuerpo en común, cuyo sello patológico distintivo es el daño astrocítico con la pérdida secundaria de oligodendrocitos y mielina.

La asociación de la enfermedad denominada dentro del trastorno del espectro de neuromielitis óptica (NMOSD) y encefalitis autoinmune anti-NMDA-R positivo puede coexistir, y se debe considerar su coexistencia en pacientes con alteraciones psiquiátricas no explicadas por otra causa, y sin antecedentes de estas. Existe la necesidad de realizar la descripción del presente caso debido a la escasez de literatura acerca de este trastorno ya que, por su infrecuencia, puede pasarse por alto dentro del diagnóstico diferencial y, por ende, el tratamiento definitivo para el paciente sería subóptimo.

 

 

Presentación del caso

 

Se observa a un paciente de sexo masculino de 42 años de edad con antecedentes de síndrome de Devic, con varias internaciones por recaídas de su enfermedad con amaurosis total de ojo derecho y reducción de un 70% de la visión del ojo izquierdo como secuela, hipotiroidismo, celiaquía, trastorno psiquiátrico no definido que requirió internación un año antes y adicción a sustancias ilícitas. Se encontraba en tratamiento con azatioprina 225 mg/día por vía oral, en seguimiento por el servicio de neurología.

Concurre a guardia por cuadro de debilidad en miembros inferiores de dos semanas de evolución, de leve intensidad, que progresa hasta dificultad para la bipedestación; posteriormente se acompaña de pérdida de control de esfínteres y se agrava la disminución de la visión ocular izquierda. Al examen físico presenta hipoestesia de intensidad moderada a severa desde T2, T3 bilateral, amaurosis de OD, y visión luz en OI. Se interpreta el cuadro como reagudización de su patología de base y se inicia tratamiento con cinco pulsos de metilprednisolona por cinco días. El paciente presenta escasa respuesta al tratamiento de primera línea con corticoide y se inicia trámite para derivación (sin éxito) por la falta de complejidad en el hospital, para tratamiento con plasmaféresis.

El paciente evoluciona con cuadros de excitación psicomotriz en múltiples oportunidades, acompañado de lenguaje desorganizado, posturas rígidas, catatonia y movimientos involuntarios. Es valorado por el servicio de salud mental, que diagnostica trastorno delirante y se inicia tratamiento con olanzapina 5 mg/día. Consecutivamente presenta convulsiones tónico-clónicas generalizadas de 2 a 5 min de duración, con postictal corto en dos oportunidades. Es revalorado por neurología, y se decide iniciar tratamiento con levetiracetam 500 mg cada 12 horas.

Se realiza RMN de encéfalo, que informa, en secuencia FLAIR y T2 aumento de la intensidad en la sustancia blanca periventricular con predominio de astas posteriores de ambos ventrículos laterales. Asimismo, se observa engrosamiento difuso con aumento de la intensidad de señal del nervio óptico izquierdo (Fig. 1).

 

Figura 1.

 

Al interpretar estos hallazgos como de carácter inespecífico, se decide descartar cuadro de encefalitis autoinmune, por lo que se realiza punción lumbar. El análisis físicoquímico muestra pleocitosis linfocitaria como único dato positivo.

Se envía muestra para anticuerpos anti-NMDA-R S, anti-CASPR2, anti-AMPA ½ S, anti-LGI1 S, anti-DPPX S, anti-GABA B-receptor, antiacuaporina-4-IgG, anticuerpos onconeuronales (anti-Yo, anti-HU, anti-Ri) en líquido cefalorraquídeo (LCR) y en suero. El resultado positivo para anti-NMDA-R S, antiacuaporina-4-IgG y anti-NMO confirma el diagnóstico de encefalitis autoinmune. Se solicita tomografía con doble contraste de tórax, abdomen y pelvis, así como ecografía testicular para descartar enfermedad tumoral oculta asociada a encefalitis autoinmune.

Se continúa el tratamiento con azatioprina y prednisona 1 mg/kg por vía oral con buena evolución clínica; a los 20 días aproximadamente se observa leve recuperación de la visión en OI y remisión de eventos comiciales y cuadro psicótico. Además, se reciben resultados de FAN, IA2 y GAD negativos, con lo que se descarta la diabetes autoinmune.

 

 

Discusión

 

La neuromielitis óptica (NMO), o síndrome de Devic, es una enfermedad desmielinizante autoinmune e inflamatoria crónica del SNC caracterizada por afectar severamente la médula espinal y los nervios ópticos de forma monofásica o en brotes y remisiones, y es una causa de discapacidad en jóvenes y adultos (1,2).

La primera descripción fue realizada por Sir Clifford Albutt en 1870, pero Eugene Devic y Fernand Gault fueron quienes en 1894 caracterizaron tanto la clínica como los procesos patológicos de esta entidad cuando publicaron los casos de 17 pacientes con asociación de neuritis óptica (NO) y mielitis transversa aguda (MTA) en forma simultánea o separadas por escaso tiempo. Durante años esta afección ha sido clasificada como variante opticoespinal (asiática) de la esclerosis múltiple (OSMS). Sin embargo, actualmente existen variadas características clínicas, de laboratorio, neuroimágenes y en la anatomía patológica que la distinguen de la esclerosis múltiple (3,4).

La identificación de un anticuerpo específico, antiacuaporina 4 (AQP4-IgG), en la mayoría de los pacientes con NMO y en pacientes con formas limitadas de la enfermedad denominadas trastornos del espectro de neuromielitis óptica (NMOSD) permitió clasificarlas dentro de un mismo grupo de enfermedades con un anticuerpo en común, cuyo sello patológico distintivo es el daño astrocítico con la pérdida secundaria de oligodendrocitos y mielina (5).

El NMOSD es generalmente esporádico, con alrededor de 3% de casos familiares, relacionados al alelo HLADRB11-3. Es una enfermedad rara que afecta a todas las etnias, aunque predomina en afrodescendientes y asiáticos, con una prevalencia estimada en 1-4/100.000. Predomina en mujeres jóvenes (68 a 88%), y en un 25% se asocian otra enfermedad autoinmune, especialmente los casos seropositivos para anti-AQP41 (6).

El anticuerpo anti-MOG es detectable hasta en 42% de los pacientes con NMOSD y AQP4-IgG negativos. La diferencia clínica entre NMOSD AQP4-IgG (+) y NMOSD anti-MOG (+) y AQP4-IgG (-) radica en que el segundo espectro se presenta más comúnmente con NO bilateral simultánea, tendencia a involucrar el cono medular en una mielitis transversa, puede haber signos clínicos y radiológicos de involucramiento cortical (crisis epilépticas) con o sin encefalopatía asociada y suele tener un mejor pronóstico (7).

La causa exacta de la formación de anticuerpos y comorbilidad con NMOSD aún no está clara. Existen varias teorías que incluyen factores genéticos y ambientales comunes, la presencia del anticuerpo acuaporina-4 (AQP4 Ab) como epifenómeno, y la interrupción de la barrera hematoencefálica seguida de la entrada del anticuerpo AQP4 al SNC se encuentra entre los posibles mecanismos patogénicos (8).

Desde la introducción de la NMO como una enfermedad autoinmune separada de la esclerosis múltiple, ha habido varios informes de su asociación con otros trastornos que incluyen enfermedades autoinmunes sistémicas, enfermedades autoinmunes específicas de órganos, tumores malignos, enfermedades infecciosas y otras enfermedades con posible patogénesis inmunológica. De hecho, la asociación entre NMOSD y tales trastornos particularmente autoinmunes neurológicos y sistémicos con recaídas es de apoyo para su diagnóstico.

Reconocer estas comorbilidades es, sin duda, importante para el manejo adecuado y la prevención de la discapacidad neurológica y sistémica con el tiempo.

Según la literatura, el síndrome de Sjögren y el lupus eritematoso sistémico fueron las enfermedades más frecuentemente reportadas asociadas con NMOSD entre enfermedades autoinmunes sistémicas; la miastenia gravis como enfermedad neurológica y enfermedades tiroideas autoinmunes en órganos específicos no neurológicos.

La encefalitis autoinmune (EAI) es una inflamación autoinmune del cerebro que, en los últimos años, es cada vez más reconocida como una causa común de encefalopatía. Típicamente se presenta con un trastorno neuropsiquiátrico agudo o subagudo, con síntomas con o sin alteración de la conciencia, deterioro cognitivo, convulsiones y movimientos anormales (9).

Los anticuerpos antineuronales que producen encefalitis se dividen en tres tipos: los intracelulares con pérdida neuronal frecuente por acción citotóxica de células T, con clínica más grave y mayor porcentaje de secuelas, relacionados con síndromes neurológicos paraneoplásicos que incluyen encefalitis límbica, síndrome mioclono-opsoclono, encefalomielitis progresiva y ataxia cerebelosa (anti-HU, anti-Yo, anti-CRMP5); los anticuerpos antineuronales de superficie y los antirreceptores sinápticos que producen disfunción neuronal transitoria y reversible, generalmente en el corto plazo (anti-NMDA-R, AMPAR, VGKC, LGI1, CASPR-2, GLI-R, GABAa, GABAb y mGluR5) (10).

Existe asociación con teratoma de ovario y otros tumores; en mujeres, la detección de un teratoma de ovario depende de la edad. Los teratomas ováricos a menudo se revelan mediante resonancia magnética y tomografía computarizada (TC) del abdomen y la pelvis, junto con una ecografía abdominal o transvaginal. En pacientes masculinos, la detección de un tumor es rara. Los casos con tumores asociados distintos del teratoma de ovario incluyen el tumor testicular de células germinales, el teratoma del mediastino, el cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP), el linfoma de Hodgkin, el cistadenofibroma de ovario y el neuroblastoma. La frecuencia de tumores subyacentes en pacientes mayores (>45 años) es baja y, cuando están presentes, los tumores suelen ser carcinomas en lugar de teratomas.

La encefalitis contra el receptor de N-metilD-aspartato (NMDA-R) es uno de los tipos comunes de EAI que están mediados por anticuerpos IgG contra la subunidad GluN1 de los receptores NMDA en el cerebro (11).

De acuerdo con la revisión bibliográfica sobre enfermedades autoinmunes asociadas al espectro de enfermedades del tipo neuromielitis óptica; los pacientes con NMOSD experimentaron episodios de NMOSD antes, al mismo tiempo o después de la presentación de encefalitis NMDA-R positiva. Por lo tanto, en pacientes con NMOSD con síntomas inusuales que incluyen cualquier combinación de síntomas conductuales prominentes, así como discinesia, cambios cognitivos y mentales o múltiples lesiones de sustancia blanca, deberíamos tener un alto índice de sospecha por la probabilidad de encefalitis NMDA-R. Por otra parte, los pacientes con encefalitis NMDA-R pueden desarrollar eventos desmielinizantes durante el curso de su enfermedad y seguimiento; estos datos disponibles se basan únicamente en estudios de cohortes limitadas y pequeñas, e informes de casos (12).

 

 

Conclusión

 

Actualmente no hay información precisa sobre la prevalencia e incidencia de EAI con NMOSD, y ningún estudio se ha centrado en comparar estos dos síndromes superpuestos con respecto a la frecuencia y las características clínicas y paraclínicas. Sin embargo, las enfermedades o trastornos autoinmunes son las enfermedades más frecuentemente reportadas en asociación con un considerable número de casos de NMOSD, principalmente con diagnóstico de anticuerpos antiacuaporina-4 positivos.

La enfermedad del espectro de la neuromielitis óptica (NMOSD) puede coexistir con NMDARe. Se debe considerar la coexistencia de NMDARe cuando los pacientes con enfermedad NMOSD tienen síntomas inusuales (especialmente comportamientos de pacientes psiquiátricos o disfunción cognitiva) y lesiones supratentoriales.

 

 

Referencias bibliográficas

 

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12. Fan S, Xu Y, Ren H, et al. Comparison of myelin oligodendrocyte glycoprotein (MOG)-antibody disease and AQP4-IgG-positive neuromyelitis optica spectrum disorder (NMOSD) when they co-exist with anti-NMDA (N-methyl-D-aspartate) receptor encephalitis. doi: https://doi.org/1010.1016/j.msard.2018.01.007