PREVALENCIA
DE SÍNTOMAS DE ANSIEDAD, DEPRESIÓN Y ESTRÉS EN ESTUDIANTES DE MEDICINA DURANTE
EL AISLAMIENTO SOCIAL, PREVENTIVO Y OBLIGATORIO POR LA COVID-19
PREVALENCE
OF ANXIETY, DEPRESSION AND STRESS SYMPTOMS IN MEDICAL STUDENTS DUE TO SOCIAL, PREVENTIVE
AND MANDATORY SELF-ISOLATION AS A CONSEQUENCE OF THE COVID-19 PANDEMIC
Alejo
Agranatti,1 Anabella Longarini,2 Martina Lopez
Arancio,2 Agustina Olaciregui Plot,2 María Belén
Viola,2 Catalina Nicora Santamarina,2 Maitena
Zubimendi2
1 Médico especialista
en psiquiatría. Servicio de psiquiatría de CEMIC. Profesor titular del
Instituto Universitario CEMIC (IUC).
2 Instituto Universitario CEMIC (IUC).
AUTOR PARA CORRESPONDENCIA
Alejo
Federico Agranatti. Av. Gral. Las Heras 2900 (C1425ASS), CABA. Correo
electrónico: aagranatti@gmail.com
Los autores manifiestan no poseer conflictos de
intereses.
Resumen
Objetivo. Determinar
la prevalencia global de sintomatología ansiosa, depresiva y de estrés en
estudiantes de medicina del Instituto Universitario CEMIC en el contexto del
aislamiento social durante la pandemia del SARS-CoV-2. Comparar la prevalencia
de síntomas de ansiedad y depresión entre los distintos años de la carrera y su
relación con variables independientes. Métodos. Se realizó un estudio
descriptivo transversal mediante un cuestionario virtual en 263 estudiantes de
medicina. Se estudiaron distintas variables y se aplicó la escala Dass-21 para
determinar los síntomas de depresión, ansiedad y estrés. Se efectuó una
regresión logística para evaluar el efecto independiente de cada una de las
variables estudiadas sobre la presencia de los síntomas. Resultados. El
72% presentó síntomas de depresión; el 59,7% y 80,1%, síntomas de ansiedad y
estrés, respectivamente. Trabajar durante el aislamiento y cursar los primeros
años de la carrera aumentó la prevalencia de sintomatología ansiosa. Se asoció
la presencia de síntomas de depresión y estrés en alumnos que vivían en el AMBA
y presentaron un aumento de peso durante el aislamiento. La prevalencia de
síntomas de ansiedad, estrés y depresión fue mayor en el sexo femenino y en
alumnos con alteraciones del sueño. Conclusión. Los estudiantes del
Instituto Universitario CEMIC presentaron niveles preocupantes de depresión,
ansiedad y estrés, incluso comparados con alumnos de otras universidades
extranjeras. Sería interesante evaluar el impacto del aislamiento en la
prevalencia de dicha sintomatología, ya que sospechamos que partimos de niveles
basales elevados en esta población.
Palabras clave. Estudiantes de
medicina, depresión, ansiedad, estrés, covid-19, aislamiento.
Abstract
Objective. To determine the global
prevalence of anxiety, depression and stress symptoms in medical students at
the Instituto Universitario CEMIC (CEMIC university institute) in the context
of social self-isolation as a consequence of the SARS-CoV-2 pandemic. To compare
the prevalence of these symptoms among students from different years and their
relation to independent variables. Methods. A descriptive transversal
survey was conducted by means of a questionnaire completed by 263 medical
students. Different variables were considered and the Dass-21 scale was
included in the survey, in order to analyze the presence of depression,
anxiety, and stress symptoms. Finally, a logistic regression was used aimed at
evaluating the impact of each of these independent variables. Results.
72% of students presented depression symptoms, 59.7% evidenced anxiety
symptoms, and 80.1% reported stress symptoms. Working during quarantine and studying in the
first years of the medical college lead to the prevalence of anxiety symptoms.
Depression and stress symptoms are associated with students living in the
Buenos Aires Metropolitan Area (AMBA, its acronym in Spanish) and those who
gained weight during self-isolation. The prevalence of symptoms of anxiety,
stress, and depression proves higher in women and in students with sleep
disorders. Conclusions. Even compared to students from foreign
universities, medical students at the Instituto Universitario CEMIC experienced high levels of depression, anxiety, and
stress. It would be important to measure the impact of covid-19-related
isolation on those symptoms since, in our opinion, the basal prevalence of such
symptoms was already alarming.
Key words. Medical students, depression, anxiety, stress, covid-19, quarantine.
ARK CAICYT: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s26184311/2qhpu71ce
Introducción
En
Argentina una de cada tres personas sufre algún trastorno de la salud mental a
lo largo de la vida (1),
siendo más frecuentes los trastornos de ansiedad, seguidos por los trastornos
del estado del ánimo (2). Existe evidencia de que los desafíos que surgen
al enfrentar una carrera universitaria podrían generar una mayor predisposición
a desarrollar síntomas depresivos y/o ansiosos y, dentro de las carreras de
alta carga académica, se destacan las del área de salud (3). Los factores asociados a esta problemática
son el volumen de información, la presión derivada de la continua evaluación,
la interacción con los pacientes, preocupaciones económicas y los cambios en el
estilo de vida (4). Según datos de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), en la población mayor de 15 años, más
de un tercio de los años de vida con discapacidad puede ser atribuido a
desórdenes psiquiátricos, siendo la causa más frecuente la depresión (5). En Argentina, la primera causa de años de
vida con discapacidad en mujeres son los desórdenes depresivos unipolares (5).
Desde
diciembre de 2019, para sorpresa de la comunidad global, un nuevo coronavirus
llamado SARS-CoV-2 se expandió rápidamente desde China hacia otros países y
generó, en principio, un brote de neumonía infecciosa (6). La cantidad de casos aumentó
exponencialmente (7)
en los meses siguientes, por lo que, el 11 de marzo de 2020, la OMS declaró al
SARS-CoV-2 una emergencia pública sanitaria con impacto global (8). Finalmente, el 20 de marzo del mismo año, el
gobierno argentino impuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
El
SARS-CoV-2 no sólo aumentó el riesgo de muerte por una infección viral, sino
que también tuvo gran impacto psicológico en la población de todo el mundo (9). La expansión rápida del virus, las medidas
gubernamentales estrictas, el aislamiento social y la imposibilidad de comenzar
los estudios universitarios influyeron en la salud mental de los estudiantes (10). Sin embargo, no se han realizado muchos
estudios que evalúen el impacto psicológico de los estudiantes universitarios
frente a la pandemia (11).
El
objetivo primario de este trabajo fue establecer la prevalencia global de
sintomatología ansiosa, depresiva y de estrés en estudiantes de medicina de
primero a sexto año del Instituto Universitario CEMIC, en el contexto del
aislamiento social, preventivo y obligatorio durante la pandemia del
SARS-CoV-2. Además, se buscó comparar la prevalencia de sintomatología ansiosa
y depresiva entre los distintos años de la carrera de medicina de la mencionada
institución y relacionar la prevalencia de dicha sintomatología con variables
independientes como edad, sexo, actividad laboral, etc.
Como
objetivos secundarios, se realizó una regresión logística para evaluar el
efecto independiente de cada una de las variables estudiadas. Se llevó a cabo
una comparación entre los resultados obtenidos con los de la población general
argentina y una comparación con estudios de similares características de otros
países del mundo.
Materiales y métodos
Diseño del estudio e instrumentos
En
el presente estudio se optó por un diseño descriptivo transversal. Al
encontrarnos en situación de aislamiento social, preventivo y obligatorio, sin
concurrencia presencial a la facultad, se decidió utilizar un cuestionario de
carácter virtual, autoadministrado y anónimo en formato de encuesta de Google
Forms. La encuesta se lanzó el día 8 de julio de 2020, fue distribuida entre
los alumnos por el departamento de pedagogía de la institución vía correo
electrónico y se mantuvo abierta hasta el 20 de julio de 2020, cuando se dio
por finalizada la recolección de datos.
En
cuanto a la estructura del cuestionario, se recolectaron datos
sociodemográficos como sexo, edad, localidad donde el o la alumna se hallaba
transitando la cuarentena, si se hallaba en pareja, cambios en el ingreso
familiar durante el aislamiento y estado laboral.
Además
se evaluaron diversos tópicos, como el aumento del consumo de tabaco, cambios
en el peso corporal, alteraciones en el sueño (incluyendo insomnio,
despertares, pesadillas, dificultad para conciliar el sueño, necesidad de
medicación para dormir), presencia de alguna enfermedad de riesgo para covid-19,
tratamiento psicofarmacológico actual, consulta a un psiquiatra o nueva
prescripción de psicofármacos durante el aislamiento y si rompió o no el
aislamiento (entendiéndose esto último como salidas no regladas o reuniones con
familiares o amigos).
Como
instrumento para la medición de la presencia de síntomas de depresión, ansiedad
y estrés, la encuesta incluyó la escala Dass-21 (Anexo 1), estandarizada y
validada en su traducción al español (12). La escala consta de un total de 21 ítems, cada
uno correspondiente a un síntoma específico para el cual el encuestado debe
responder 0, 1, 2 o 3 según el grado de ocurrencia de cada síntoma durante la
semana previa. La escala de calificación va desde 0: no me ha ocurrido; 1: me
ha ocurrido un poco o durante parte del tiempo; 2: me ha ocurrido bastante o
durante una buena parte del tiempo; y 3: me ha ocurrido mucho o la mayor parte
del tiempo. Los 21 ítems de la escala Dass-21 se subdividen en tres subescalas
con siete ítems cada una: subescala depresión (ítems: 3, 5, 10, 13, 16, 17 y
21), subescala ansiedad (ítems: 2, 4, 7, 9, 15, 19 y 20) y subescala estrés
(ítems: 1, 6, 8, 11, 12, 14 y 18). A fin de evaluar cada subescala por
separado, se deben sumar las puntuaciones de los ítems correspondientes a cada
una. Para la interpretación de los resultados, utilizan los siguientes puntos
de corte: para la subescala depresión, 5-6 puntos = síntomas de depresión leve,
7-10 puntos = síntomas de depresión moderada, 11-13 puntos = síntomas de
depresión severa, 14 o más puntos = síntomas de depresión extremadamente
severa; para la subescala ansiedad: 4 puntos = síntomas de ansiedad leve, 5-7
puntos = síntomas de ansiedad moderada, 8-9 puntos = síntomas de ansiedad
severa, 10 o más puntos = ansiedad extremadamente severa; y para la subescala
estrés: 8-9 puntos = síntomas de estrés leve, 10-12 puntos =síntomas de estrés
moderado, 13-16 puntos = síntomas de estrés severo y 17 o más puntos = síntomas
de estrés extremadamente severo Anexo 2.
La
encuesta final consistió de 41 preguntas con respuestas de opción múltiple.
Anexo 1: cuestionario DASS-21
Anexo 2: Interpretación de los resultados de cada subescala DASS-21
Población y muestra
La
población estudiada constó de 263 alumnos del primero al sexto año de la
carrera de medicina del Instituto Universitario CEMIC. La muestra total
obtenida al cierre de la recolección de datos fue de 261 respuestas, que
representan el 99,2% del alumnado de la carrera de medicina.
Análisis estadístico
En un primer momento
se calcularon los puntajes Dass-21 totales de cada encuestado, luego se
discriminó el puntaje de cada subescala por separado. Para cada subescala, los
resultados se interpretaron según los puntos de corte correspondientes en: “sin
síntomas”, “síntomas leves”, “síntomas moderados”, “síntomas severos” y
“síntomas extremadamente severos”. Se describieron las características de la
población en relación al sexo, año de carrera, la presencia de pareja, el
aumento del tabaquismo, aumento del peso corporal, las alteraciones en el
sueño, el estar transitando el aislamiento solo/a, haber roto la cuarentena, un
tratamiento psicofarmacológico previo, la presencia o no de una enfermedad
considerada de riesgo para covid-19, el estado laboral, la disminución del ingreso
familiar durante el aislamiento, la falta de contacto con los pares y
residencia en el AMBA, en forma absoluta y porcentual (tabla 1). Asimismo, se
calcularon los puntajes promedio para cada subescala Dass-21,
independientemente de las demás variables, con su desvío estándar (DE)
correspondiente.
Tabla 1. Características de la muestra.
Para
determinar la asociación entre las diversas variables y la presencia de
síntomas de depresión, ansiedad o estrés, cada característica estudiada se evaluó como
una variable independiente y se empleó la prueba de χ2
para determinar el valor de dicha asociación. Para evaluar la asociación entre
la edad del o la encuestada y la presencia de síntomas de depresión, ansiedad o
estrés, se empleó la prueba de Student. Esto se repitió para cada subescala
Dass-21. Los cálculos se realizaron en línea, a través de la plataforma Quick
Statistics Calculator disponible en https://www.socscistatistics.com/tests.
Por
último, se efectuó una regresión logística para evaluar el efecto independiente
de cada una de las variables estudiadas sobre la presencia de síntomas de
depresión, ansiedad y estrés. El programa utilizado fue el STATA 12.0.
Para
todos los casos, se estableció un intervalo de confianza (IC) del 95%, donde
una asociación se consideró estadísticamente significativa con p
<0,05.
Consideraciones éticas
La
encuesta difundida, con el cuestionario Dass-21 incluido, fue 100% virtual y
anónima, lo que garantizó la privacidad de los datos posiblemente sensibles
proporcionados por los estudiantes para la confección de los resultados y
conclusiones del presente trabajo de investigación. El presente trabajo no fue
sometido a la aprobación de un comité de ética.
Resultados
Características de la muestra
Las
características de la muestra en estudio se resumieron en la tabla 1. La edad
promedio del alumnado fue de 21 años y casi tres cuartos del mismo era de sexo
femenino. El 93% de los alumnos transitaba el aislamiento en localidades del
AMBA (área metropolitana de Buenos Aires) y sólo el 3% lo transitaba en
solitario.
En
cuanto al año de carrera, se encontró cierta discrepancia entre los resultados
obtenidos en la encuesta y los datos proporcionados por el departamento de
pedagogía de la institución. En los registros oficiales, la distribución de los
alumnos por año al 13 de julio de 2020 fue: 1.er año, 61 alumnos; 2.o
año, 63 alumnos; 3.er año, 51 alumnos; 4.o
año, 35 alumnos; 5.o año, 33 alumnos; 6.o año, 20 alumnos. Cabe destacar
que en el Instituto Universitario CEMIC existen tres ciclos: ciclo de formación
básica y promoción de la salud (1.o a 3.er año), ciclo clínico (4.o y 5.o año) y el internado rotatorio o
práctica final obligatoria (6.o año). Para poder comenzar la cursada de un nuevo
ciclo (es decir, iniciar 4.o y 6.o año), el/la alumno/a debe acreditar la aprobación
de todas las asignaturas del ciclo anterior. En los listados oficiales de la
institución, aquellos alumnos que sólo adeudan exámenes finales de 3.o y 5.o, para poder comenzar 4.o y 6.o año, respectivamente, continúan
figurando en las listas de 3.er y 5.o año hasta haber aprobado todos los exámenes finales
correspondientes. Con esto en cuenta, una posible explicación para la
diferencia entre los listados y los resultados pudo residir en dos cuestiones:
1) los alumnos que, por ejemplo, se encontraban cursando 2.o año de la carrera pero que
adeudaban finales de asignaturas de 1.er año pueden haber contestado que
se encontraban cursando 1.er año debido a sus finales
pendientes; o 2) los alumnos que, por ejemplo, adeudaban exámenes finales de 5.o año para iniciar 6.o año pueden haber contestado que
ya se encontraban en 6.o
año.
Más
de la mitad (62%) de los alumnos de la carrera de Medicina no tenía pareja al
momento de la encuesta.
El
11% de los y las encuestadas expresó que tuvo contacto escaso o nulo con sus pares
durante el aislamiento.
Se
registraron 59 alumnos tabaquistas, de los cuales 22 manifestaron haber
aumentado el consumo de tabaco (8,4% de la muestra). El 42% de los alumnos
refirió haber aumentado de peso.
Con
relación al estado laboral, aproximadamente una quinta parte del alumnado
trabaja (22%), incluyendo tanto trabajo formal como no formal. Además, la mitad
de los y las alumnas (52%) refirió que durante el aislamiento hubo una
disminución del ingreso familiar.
Con
respecto a antecedentes de salud, el 8% del alumnado mencionó estar bajo
tratamiento psicofarmacológico prescrito por un profesional desde antes del
aislamiento y 7% manifestó tener alguna enfermedad crónica considerada de
riesgo para covid-19 (por ejemplo, hipertensión, diabetes, obesidad,
enfermedades respiratorias crónicas, etc.). Por último, al momento de la
encuesta, el 74% de los y las alumnas admitió haber “roto” la cuarentena, aun
cuando las reuniones reducidas no estaban habilitadas.
Puntaje promedio y gravedad de los síntomas
En
la tabla 2, se resumieron los puntajes promedio de cada subescala Dass-21 y el
DE correspondiente, independientemente de otras variables. Para la subescala
depresión, el puntaje promedio fue 8,394; con un DE de 5,2; lo que equivale al
resultado de síntomas de depresión de intensidad moderada, según los puntos de
corte indicados previamente en la tabla 1. Para la subescala ansiedad, el
resultado promedio fue 6,264 (DE = 5,129); compatible con un resultado de
síntomas de ansiedad moderada. Por último, para la subescala estrés, el
resultado promedio fue 11,839 (DE = 4,91); que se interpretan como síntomas de
estrés moderado.
Tabla 2. Promedio de puntaje de cada subescala DASS21.
*Desvío estándar
La
tabla 3 sintetiza el porcentaje de respuestas obtenidas para cada nivel de
severidad de síntomas para cada subescala particular.
Tabla 3. Distribución de respuestas según severidad de
sintomatología para cada subescala DASS21.
*Extremadamente severos
Dentro
de la evaluación de la presencia de síntomas de depresión, el porcentaje de
encuestados sin síntomas fue muy similar al que presentó síntomas de intensidad
moderada (27,6% y 26,8%, respectivamente). Sumado a esto, casi el 20% de los y
las alumnas tuvo un puntaje en esta subescala compatible con síntomas
extremadamente severos de depresión.
Con
respecto a la evaluación de la presencia de síntomas de ansiedad, el 40% del
alumnado no presentó sintomatología compatible. En el otro extremo, 28,7%
presentó un puntaje en el cuestionario Dass-21 compatible con síntomas
extremadamente severos de ansiedad.
Dentro
de la evaluación de la presencia de síntomas de estrés, el 20% del alumnado no
presentó síntomas; mientras que un 26,8% presentó síntomas severos y un 18,8%,
síntomas extremadamente severos de estrés, según el cuestionario Dass-21.
Subescala Dass-21 para depresión
En
la tabla 4, se resumieron las características de la muestra en estudio según la
presencia o no de síntomas de depresión. Para la confección de esta tabla, se
decidió no subdividir a los encuestados con sintomatología según la severidad
de la misma. Como variables asociadas de manera estadísticamente significativa
con la presencia de síntomas de depresión, observamos las siguientes: sexo
femenino (p = 0,00016), aumento de peso (p = 0,0087), vivir en el
AMBA (p = 0,0028) y la presencia de alteraciones en el sueño (p =
0,00001).
Tabla 4. Características de la muestra en estudio, según la presencia de síntomas de
depresión.
Subescala Dass-21 para ansiedad
En
la tabla 5, se resumieron las características de la muestra en estudio según la
presencia o no de síntomas de ansiedad. Como en la anterior, para la confección
de esta tabla se decidió no subdividir a los encuestados con sintomatología
según la severidad de la misma. Como variables asociadas de manera
estadísticamente significativa con la presencia de síntomas de ansiedad, se
observaron las siguientes: edad (p = 0,0054), sexo femenino (p =
0,00067), año de carrera (p = 0,0001), el hecho de trabajar (p =
0,042) y la presencia de alteraciones en el sueño (p = 0,00001).
Tabla 5. Características de la muestra en estudio, según la presencia de síntomas de
ansiedad.
Subescala Dass-21 para estrés
En
la tabla 6, se resumieron las características de la muestra en estudio según la
presencia o no de síntomas de depresión. Como en las tablas anteriores, se
decidió no subdividir a los encuestados con sintomatología según la severidad
de la misma. Como variables asociadas de manera estadísticamente significativa
con la presencia de síntomas de estrés, se observaron las siguientes: sexo
femenino (p = 0,00001), aumento de peso (p = 0,0051), vivir en el
AMBA (0,00042) y la presencia de alteraciones en el sueño (p = 0,00001).
Tabla 6. Características de la muestra en estudio,
según la presencia de síntomas de estrés.
Regresión logística
Se efectuó una
regresión logística para evaluar el efecto independiente de cada una de las
variables estudiadas sobre la presencia de síntomas de depresión, ansiedad y
estrés. En las tablas 7, 8 y 9 se presentan las relaciones con significación
estadística (p <0,05) encontradas en el presente estudio para los
síntomas de depresión, ansiedad y estrés, respectivamente. Los resultados
indicaron que el sexo femenino (odds ratio [OR] = 3,73; IC del 95% =
1,86-7,45), poseer alguna alteración en el sueño (OR = 3,11; IC del 95% =
1,57-6,16), tener poco y nada de contacto con los pares (OR = 4,50 y 4,77; IC
del 95% = 1,74-11,60 y 1,35-16,85, respectivamente), se asociaron con un riesgo
mayor de presentar sintomatología depresiva. Si bien estar bajo tratamiento
psiquiátrico no presentó una asociación estadísticamente significativa (p
= 0,069), es clínicamente relevante mencionar que se asoció con un riesgo 5,26
veces mayor de estar con depresión. Por otro lado, “romper” la cuarentena en
reiteradas ocasiones (OR = 0,27; IC del 95% = 0,09-0,80) y transitar el
aislamiento en localidades no pertenecientes al AMBA (OR = 0,24; IC del 95% =
1,57-0,07-0,80) fueron un factor protector contra la depresión en los
estudiantes de medicina del Instituto Universitario CEMIC.
Tabla 7. Variables con significación estadística para
síntomas de depresión.
Tabla 8. Variables con significación estadística para
síntomas de ansiedad.
Tabla 9. Variables con significación estadística para
síntomas de estrés.
En
cuanto a la ansiedad, se evidenció que el sexo femenino (OR = 2,60; IC del 95%
= 1,32-5,12) se asoció a un riesgo mayor de presentarla respecto del sexo
masculino. En relación con los años de cursada de la carrera de medicina, los
resultados indicaron que los alumnos del segundo año se asocian a un riesgo de
2,86 veces mayor (OR = 2,86; IC del 95% = 1,17-6,98) de estar ansiosos respecto
de los alumnos de primer año. Tercer y cuarto año no mostraron diferencia
alguna con el primer año. Sin embargo, se pudo observar que, desde tercer año
en adelante, hay un gradiente descendente; por consiguiente, se interpreta que
a medida que los alumnos avanzan en la carrera, la ansiedad disminuye. Tal es
así, que se asoció al sexto año (OR: 0,28; IC del 95% = 0,10-0-77) con un factor
protector frente a la ansiedad. Quinto año también se asoció como un factor
protector pero no se estableció una asociación estadísticamente significativa (p
= 0,068). Asimismo, los alumnos que durante la cuarentena presentaron una
disminución de peso (OR = 2,26; IC del 95% = 1,06-4,82) y poco contacto con sus
pares (OR = 3,45; IC del 95% = 1,69-7,00) se asociaron a un riesgo mayor de
presentar ansiedad. Si bien haber realizado una consulta al psiquiatra no
resultó significativamente estadístico (p = 0,070; OR = 3,13; IC =
0,91-10,78), es importante mencionar que se asoció a un riesgo 3,13 veces mayor
de presentarla.
Por último, los
resultados para síntomas de estrés indicaron que el sexo femenino (OR: 0,28; IC
del 95% = 1,87-8,40), poseer alguna alteración del sueño (OR = 7,22; IC del 95%
= 3,42-15,24) y tener poco o nada de contacto con los pares (OR = 3,62; IC del
95% = 1,14-11,47) se asociaron con un riesgo mayor de presentar síntomas de
estrés. Por otro lado, los alumnos que se encontraban realizando el aislamiento
social preventivo y obligatorio en el Gran Buenos Aires y en localidades no
pertenecientes al AMBA (OR: 0,71 y 0,20; IC del 95% = 0,10-0-77 y 0,06-0,71,
respectivamente) evidenciaron un factor protector frente al estrés en los estudiantes de Medicina del Instituto
Universitario CEMIC.
Discusión
La
pandemia por SARS-CoV-2 requirió la implementación de medidas extraordinarias
por parte de todos los gobiernos del mundo. El aislamiento social, preventivo y
obligatorio dictado en nuestro país en marzo de 2020 repercutió en todas las
esferas de la vida. Uno de los puntos a destacar fue el cese de toda actividad
educativa presencial en todos sus niveles, que generó un impacto negativo en
materia de salud mental, independientemente de la presencia o no de
antecedentes psicológicos y/o psiquiátricos.
El
primer interrogante planteado en el inicio del presente trabajo de
investigación fue si existían características comunes vinculables de manera
estadísticamente significativa con la presencia de sintomatología de depresión,
ansiedad o estrés. Nuestra hipótesis inicial fue que las características
significativas serían las siguientes: sexo femenino, transitar la cuarentena en
el AMBA, no hallarse en pareja, disminución del ingreso familiar durante el
aislamiento, el aumento del peso corporal, la presencia de alteraciones en el
sueño y tener alguna enfermedad de riesgo para la covid-19. A su vez, antes de
obtener los resultados, considerábamos que, a mayor año de carrera, habría
mayor prevalencia de sintomatología.
Una
vez finalizado el análisis de datos, pudimos observar que, de todas las
variables mencionadas, hubo una fuerte asociación con el sexo femenino para los
síntomas de depresión (p = 0,00016), ansiedad (p = 0,0054) y
estrés (p= 0,00001). Lo mismo ocurrió para la presencia de alteraciones
en el sueño (ansiedad: p = 0,00001 y estrés: p = 0,00001). El hecho de
vivir en el AMBA se asoció significativamente con la presencia de
sintomatología de depresión (p = 0,0028) y estrés (p = 0,0004).
El aumento de peso se asoció fuertemente con síntomas de depresión (p =
0,0087) y estrés (p =0,005). Trabajar durante el aislamiento se
relacionó de manera estadísticamente significativa con la presencia de sintomatología
ansiosa (p = 0,042). Del total de encuestados, el 73,6% refirió no haber
cumplido con el aislamiento. Si bien esta variable en sí misma no resultó ser
estadísticamente significativa, al efectuar la regresión logística, se observó
que, dentro de este grupo, aquellos que afirmaron “romper mucho” el aislamiento
tuvieron menor prevalencia de síntomas, por lo que resultó un factor protector.
Además, se evidenció que, al contrario de lo que pensábamos inicialmente,
fueron los alumnos de los años iniciales de la carrera de medicina los que
presentaron mayor prevalencia de sintomatología ansiosa (p = 0,00001).
Por
último, cabe destacar algunas variables que, aun no habiendo resultado
estadísticamente significativas, son plausibles de análisis. De los 261
estudiantes encuestados, la mitad (52%) indicó haber sufrido una disminución en
el ingreso familiar durante la cuarentena; algo que debería considerarse como
un factor con una importante influencia sobre el posible desarrollo de sintomatología depresiva,
ansiosa y/o depresiva.
De
acuerdo al estudio epidemiológico de la población general en la Argentina (1), la prevalencia de sufrir algún tipo de
trastorno mental a lo largo de la vida es de un 29,1%. Dentro de estos, los
trastornos más frecuentes son los trastornos de ansiedad (9,4%), seguidos por
los trastornos del estado de ánimo (5,7%). En cuanto a la severidad de los
mismos, se alcanzó una prevalencia de un 3,7% de trastornos severos, 5,3% de
moderados y 5,8% de trastornos leves. En cuanto a la población mundial, dicho
estudio no evidenció diferencias en la prevalencia de trastornos mentales en
cuanto al sexo. Sin embargo, las mujeres demostraron tener mayores
probabilidades de sufrir trastornos de ansiedad (OR: 1,98; 95% IC: 1,32-3,0)
que el sexo masculino. Esto coincide con los resultados obtenidos en nuestro
trabajo, que evidenciaron, para el sexo femenino, un aumento de riesgo de
padecer síntomas de estrés (OR: 0,28; IC del 95% = 1,87-8,40), ansiedad (OR =
2,60; IC del 95% = 1,32-5,12) y depresión (OR = 3,73; IC del 95% = 1,86-7,45).
El estado civil y el nivel de ingreso como variables no fueron asociadas a
ninguno de los trastornos mentales, lo cual se corresponde con nuestros
resultados.
Los
trabajos realizados que evalúan el impacto psicológico de la pandemia por
covid-19 en estudiantes de medicina de otros países arrojan datos que coinciden
con los de nuestro estudio. La prevalencia de estudiantes del Instituto
Universitario CEMIC con síntomas depresivos fue del 72,4%. Esa cifra fue de un
valor mayor al doble evidenciado por Jia Liu et al (13), de un 35,5%; y sustancialmente mayor al evidenciado
por Paula Odriozola González y colaboradores (14), de un 48,10%. A su vez, al clasificar la
presencia de síntomas depresivos por severidad, la mayoría de los estudiantes
tenían síntomas moderados (26,8%), severos (14,2%) y extremadamente severos
(19,5%), similar a lo evidenciado por Odriozola González (14), en donde casi el 35% de los participantes
tenían síntomas de moderados a extremadamente severos. Estos resultados no
coinciden con lo indicado por Wenju Cao y colaboradores (11) y Jia Liu y colegas, en donde, por el
contrario, un tercio de los estudiantes presentaban síntomas de severidad
leve-moderada. Por otro lado, la prevalencia de síntomas de ansiedad en
estudiantes del Instituto Universitario CEMIC fue del 59,8%, una cifra mayor al
doble evidenciado por Jia Liu y colegas, del 22,1%, y también notablemente más
elevada que la arrojada por Odriozola González y colaboradores (14), del 35,18%. La prevalencia de síntomas
moderados (13,4%), severos (8,4%) y extremadamente severos (28,7%) también fue
sustancialmente mayor que la evidenciada por Wenju Cao y colegas, donde sólo el
2,7% y 0,9% tuvieron síntomas moderados y severos, respectivamente. En este sentido,
la población analizada por Odriozola
González y colaboradores sí arrojó datos que se asemejan más a nuestra
población estudiada, aunque en menor medida, ya que reporta un 21,34% de los
participantes con síntomas de ansiedad de moderados a extremadamente severos.
Por último, al analizar la prevalencia de síntomas de estrés en los estudiantes
del Instituto Universitario CEMIC, nos encontramos con la elevada cifra de
80,1%, casi el doble de lo demostrado por Odriozola González, de un 40,32%.
Conclusiones
Este
estudio dejó entrever una situación que era de esperar: los estudiantes de
nuestra facultad presentaron niveles preocupantes de sintomatología de
depresión, ansiedad y estrés, incluso comparado con alumnos de otras
universidades extranjeras. Esto puede deberse a múltiples factores ya
conocidos: exigencia académica y carga horaria, presión externa o autoimpuesta
para tener éxito y presión económica asociada a la educación privada, entre
otros. Un dato de suma relevancia fue la disparidad de sintomatología entre los
años de carrera, dado que se mostró una mayor prevalencia de los síntomas
mencionados en los alumnos del ciclo biomédico (1.er
a 3.er año). Esa mayor prevalencia se condice con los
hallazgos de Hull y col. (15), Smith y col. (16) y Bassols y col. (4).
Por
otro lado, sería interesante evaluar el impacto propio del aislamiento debido a
la pandemia por covid-19 en los niveles de dicha sintomatología, ya que sospechamos
que, en materia de salud mental, partimos de niveles basales altos de
prevalencia de síntomas de depresión, ansiedad y estrés, y el mencionado
aislamiento pudo haber agravado una situación que ya era alarmante de antemano.
Es por eso que proponemos fuertemente repetir la encuesta a los estudiantes en
los años venideros, a fin de ampliar la evidencia sobre la condición de salud
mental de los alumnos de nuestra facultad y ponderar de manera más fehaciente
el impacto de la pandemia. Los datos obtenidos sustentan la necesidad de
elaborar estrategias de rastreo, identificación e intervenciones pertinentes
relacionadas a la salud mental del alumnado por parte de las instituciones
educativas de todos los niveles, entre ellas, el Instituto Universitario CEMIC.
Agradecimientos
Al
Dr. Hugo Krupitzki, secretario académico de la Unidad Académica Instituto de
Investigaciones, por su colaboración en el análisis estadístico.
Al
Departamento de Pedagogía del Instituto Universitario CEMIC, por la
distribución del cuestionario virtual al alumnado de la institución.
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