ABORDAJE COMUNITARIO DE LA
PANDEMIA DE COVID-19 EN QUILMES. A PROPÓSITO DE UN CASO EN VILLA ITATÍ, GRAN
BUENOS AIRES, ARGENTINA, 2020
COMMUNITY
APPROACH FOR THE COVID-19 PANDEMIC IN QUILMES, BUENOS AIRES. A CASE STUDY IN
VILLA ITATÍ, GREATER BUENOS AIRES, ARGENTINE, 2020
Jonatan Konfino,1 Soledad Bustos,1 Fernando Buey,2 Gabriela L’Arco,1 Leandro Cardonetti,1 Natalia Napoli,1 Matías Gallastegui,1 Carolina Begue,1 Noelia López2
1 Secretaría de Salud del
Municipio de Quilmes, Buenos Aires.
2 Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
AUTOR PARA CORRESPONDENCIA
Jonatan
Konfino. Correo electrónico: jkonfino@gmail.com
Los autores manifiestan no
poseer conflictos de intereses.
Resumen
El 24 de mayo de 2020 se confirmó la aparición
de un brote de covid-19 en el barrio de Villa Azul, por lo que comenzó a
implementarse una estrategia de mitigación del brote que también se extendió a
Villa Itatí dada la proximidad geográfica y social. El objetivo del presente
artículo es describir el abordaje comunitario que se realizó en el barrio Villa
Itatí con el objetivo de mitigar un brote de covid-19 y optimizar la prevención
y control de los nuevos casos. Se implementó una etapa de vigilancia y búsqueda
activa de casos y se formalizó la conformación de un Comité Operativo de
Emergencia (COE), con la participación de las organizaciones sociales y
políticas del barrio, equipos de salud, seguridad y desarrollo de la comunidad,
tanto del Municipio de Quilmes como del Gobierno de la Provincia de Buenos
Aires. Al 22 de agosto se habían confirmado 1067 casos de covid-19 en Villa
Itatí, con una tendencia a la baja en el número de casos e hisopados diarios.
Los casos se duplicaron cada 31 días y el porcentaje de positividad de los
hisopados fue aumentando de manera paulatina hasta encontrarse en el 48%. Sin
embargo, del total de casos de Villa Itatí sólo 62 (6%) estaban infectados en
el momento de escribir el artículo, y el resto de los casos eran personas ya recuperadas.
Desde el inicio del abordaje en Villa Itatí se realizó el seguimiento de 2860
contactos estrechos, de los cuales el 90% (2577) tenían el alta en el momento
de escribir el artículo, tras cumplir 14 días de aislamiento domiciliario. El
abordaje comunitario de la pandemia de covid-19 en Villa Itatí permitió
fortalecer la organización del barrio para optimizar de manera integral todos
los recursos disponibles en pos de cuidar la salud de la población.
Palabras clave. Covid-19, salud colectiva, epidemiología.
Abstract
On
May 24th, 2020 a covid-19
outbreak in the Villa Azul neighborhood was confirmed, and an outbreak
mitigation strategy was implemented that also was extended to Villa Itatí,
given the geographical and social proximity. The
objective was to systematize the community approach that was carried out in the
Villa Itatí neighborhood with the aim of mitigating an outbreak of covid-19 and
optimizing the prevention and control of new cases. A new stage of surveillance
and active search for cases was implemented in order to guarantee access to
diagnosis and the recommended isolation measures for the recovery and
containment of eventual community outbreaks. An Emergency Operational Committee
(COE, its acronym in Spanish) with the participation of social and political
organizations of the neighborhood, healthcare, safety and community development
teams from both the Municipality of Quilmes and the Government of the Province
of Buenos Aires was created. As of 8/22/2020, 1,067 cases of covid-19 had been
confirmed in Villa Itatí, with a downward trend in terms of the number of cases
and daily swabs. The total number of cases doubled every 31 days and the
percentage of positivity of the swabs has been increasing gradually as of the
writing of the article it was 48% of the total. However, of the total number of
cases in Villa Itatí, as of the writing of the article only 62 (6%) were still
infected, the rest of the cases were recovered. From the beginning of the
approach in Villa Itatí, 2860 close contacts were traced, of which 90% (2577) had
already been discharged as of the writing of the article after having completed
14 days of home isolation. The community approach to the covid-19 pandemic in
Villa Itatí made it possible to strengthen the neighborhood organization to
comprehensively optimize all available resources for a proper population health
care.
Key words. Covid-19,
community health, epidemiology.
ARK CAICYT: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s26184311/a0apzzvzf
Introducción.
La pandemia de covid-19
El 3 de marzo se confirmó el primer caso de covid-19
en la Argentina: un paciente de 43 años con antecedente de viaje a Europa, y el
11 de marzo la Organización Mundial de la Salud declaró la covid-19 como una
pandemia (1). El 18 de marzo de 2020 se confirmó el primer
caso en Quilmes y comenzó a implementarse la estrategia de prevención y control
de la covid-19 que se venía planificando desde las semanas previas y que se
fortaleció con el correr de los días y al ritmo de las sucesivas
actualizaciones epidemiológicas.
La estrategia sanitaria en Quilmes (que incluía la
relacionada con la prevención y el control de la covid-19) tenía sus raíces en
la salud colectiva atravesada por una polisemia de visiones acerca de la salud,
de las controversias y tensiones conceptuales de los subcampos que la
constituyen, e incorporaba diversas categorías como la de género, poder e
interculturalidad, entre otras, como una necesidad para comprender el proceso
de salud-enfermedad-atención y cuidado en su complejidad (2).
La salud colectiva abarca un conjunto complejo de saberes y prácticas, técnicas
científicas y culturales, ideológicas, políticas y económicas, relacionados con
el campo de la salud, involucrando desde las organizaciones que prestan
asistencia a la salud de las poblaciones hasta las instituciones educativas, de
investigación y organizaciones libres del pueblo, políticas y comunitarias, que
puedan tener un carácter científico o sindical interesadas en defender el
sistema público de salud en el marco de la lucha por el derecho a la salud de
la ciudadanía (2).
También
ponemos en el centro de la gestión la epidemiología comunitaria, que se concibe
como una hipótesis práctica de investigación y generación de conocimiento de y
por las comunidades, entendidas no como individuos agrupados, sino como
conjunto social que se define por el entramado de vínculos forjados y la
historia que los atraviesa (3). De esta manera, en las
comunidades se constituye y refuerza el concepto de autonomía y de derecho,
conformándose un sujeto social activo con poder acumulado y generador de
conocimiento. Sin embargo, para que haya participación es necesario que exista
organización política. La salud desde su aspecto amplio es definitivamente una
cuestión política, y el acceso al cuidado de la salud se torna un derecho
inherente a las personas por el solo hecho de ser personas. Se entiende al
Estado como gran herramienta y responsable de garantizar el derecho a la salud,
pero interpretando a los pueblos como protagonista de cada batalla librada por
la justicia social y la soberanía sanitaria.
Medidas implementadas en el Municipio de Quilmes
Desde
esta perspectiva, en Quilmes se puso en marcha una estrategia integral de
cuidados y atención que se materializa en una serie de acciones con el objetivo
de prevenir y controlar los casos de covid-19 en Quilmes (4):
- Creación del Comité Operativo de Emergencias
en el ámbito municipal, encabezado por la intendenta Mayra Mendoza (12 de
marzo).
- Redacción del protocolo de implementación
local de recomendaciones nacionales y provinciales frente a la covid-19 (14 de
marzo).
- Articulación de las acciones con todas las
áreas del Municipio de Quilmes, sumando al Honorable Concejo Deliberante (16 de
marzo).
- Conformación de un equipo territorial de
monitoreo sanitario para hacer el seguimiento en los domicilios de manera
diaria a los vecinos que arriban del exterior provenientes de zonas con
circulación de covid-19 (18 de marzo).
- Comenzó la construcción del Hospital Modular
en la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Bernal, con capacidad para 76 camas
(18 de marzo).
- Se capacitó y se incrementó la capacidad de
respuesta frente a la covid-19 en el centro telefónico de atención al vecino
(20 de marzo).
- Se desarrolló el mapa de la solidaridad para
dar respuesta a las necesidades alimentarias de la población en el marco de la
pandemia, en conjunto con el Ejército Argentino y las organizaciones sociales
(22 de marzo).
- Comenzó la puesta en marcha del Centro de
Aislamiento Sanitario Extrahospitalario en la Universidad Nacional de Quilmes
(28 de marzo).
- Se mejoró el equipamiento del Hospital de
Solano (8 de abril).
- Comenzó la construcción de un Hospital
Modular detrás del Hospital Iriarte, con capacidad para 30 camas (15 de abril).
- Lanzamiento del Programa Cuidarnos, con el
objetivo de informar puerta a todes les vecines de Quilmes sobre las medidas de
prevención de la covid-19 y las pautas de alarma ante la aparición de síntomas.
Programa que se realiza en conjunto con vecines y organizaciones sociales y
políticas de los barrios (23 de abril).
- Realización del primer operativo de búsqueda
activa de casos sospechosos y detección temprana (Operativo Detectar) en el
barrio La Paz de Quilmes, luego de un brote de covid-19 en el frigorífico El
Federal que motivó su clausura, en articulación con los ministerios de salud de
la Provincia de Buenos Aires (PBA), Nación y la autoridad de la Cuenca
Matanza-Riachuelo (Acumar) (5 de mayo).
- Comenzó la sinergia del Programa Cuidarnos y
Detectar en el barrio La Matera, con más de 100 promotores comunitaries
buscando activamente casos de covid-19 y garantizando el hisopado en el Centro
de Atención Primaria de la Salud (CAPS) del barrio (15 de mayo).
En
este contexto, el 20 de mayo de 2020 se detectó el primer caso de covid-19 en
Villa Azul y el 24 de mayo, en el marco de tres operativos Cuidarnos y Detectar
consecutivos, se confirmó un brote de covid-19 en el barrio, al haberse
identificado 126 casos sospechosos de covid-19, de los cuales se confirmaron 92
casos, con una tasa de positividad del 73%; a esa fecha representaban el 15% de
los casos del Municipio de Quilmes. Dada la proximidad geográfica y social que
hay entre los barrios de Villa Azul y Villa Itatí (200 metros) se decidió
realizar un aislamiento comunitario en Villa Azul y llevar adelante una
estrategia de abordaje comunitario con vigilancia epidemiológica en ambos
barrios.
Villa Itatí
Los
orígenes de Villa Itatí pueden rastrearse a la década de 1950. La población
comenzó a asentarse a través de loteos populares que permitieron el acceso a un
terreno sin ningún tipo de servicio o infraestructura urbana, de manera
desorganizada y sin planificación urbana durante varias décadas (5).
En la actualidad el barrio tiene un perímetro de 36 manzanas asimétricas con
una altísima densidad poblacional. Esto representa un elevado estado de
vulnerabilidad de sus residentes, con distintos niveles de heterogeneidad y
complejidad, con una distribución espacial heterogénea y un trazado irregular,
lo cual posibilita, sólo en algunos casos, el acceso a vehículos livianos (5). Se estima que tiene una población de 16.478 personas, en
una superficie delimitada por las calles Montevideo, Lavalle, Ayacucho y el
Acceso Sudeste (5). Se trata de un barrio que tiene en promedio 1,03 hogares
por vivienda, en los cuales viven en promedio 3,55 personas (6).
De los 4261 hogares de Villa Itatí, 3966 (93,1%) tienen agua potable de red,
1044 (24,5%) están conectados a la red pública cloacal, 206 (4,8%) tienen gas
de red y 386 (9,1%), conexión al servicio eléctrico con medidor particular (6). El 26,1% de los varones y el 29,4% de las mujeres terminó
la secundaria, y en relación con la actividad laboral, el 75,2% de los varones
tiene algún tipo de trabajo remunerado, mientras que el porcentaje es del 56,3%
en las mujeres (6).
Estos
datos reflejan el alto grado de vulnerabilidad del barrio. Cuando las personas
más vulnerables se enferman, por su condición social, las posibilidades de
acceder a los cuidados que requiere el aislamiento y la distancia social, las
condiciones de accesibilidad al sistema, el sostenimiento del cuidado de
enfermedades crónicas preexistentes, el acceso a alimentos, entre otras
cuestiones, requieren un cuidado especial y un entramado social que se ponga a
su disposición.
Contextos
de emergencia sanitaria como la que se atravesaban en ese momento por la
pandemia de covid-19 volvían necesario promover la organización popular para
integrar todos los esfuerzos de la comunidad en pos del cuidado de la salud (3).
El
presente artículo tiene como objetivo describir el abordaje comunitario que se
realizó en el barrio Villa Itatí con el objetivo de mitigar un brote de
covid-19 y optimizar la prevención y control de los nuevos casos.
Métodos
A
principios de mayo, dada la ocurrencia y el aumento de casos, se comenzó a
hablar de transmisión comunitaria, lo cual implicó un cambio en la vigilancia
epidemiológica de la pandemia de covid-19. De este modo, comenzó una etapa de
vigilancia y búsqueda activa de casos. Este movimiento implicó generar procesos
de abordajes y equipos territoriales de búsqueda casa por casa de personas con
los síntomas que se definen por protocolo, y así garantizar el acceso al
diagnóstico y las medidas de aislamiento recomendadas para la recuperación y
contención de eventuales brotes comunitarios. Desde el inicio, esta estrategia
de abordaje comunitario nos planteó la necesidad de implementar la vigilancia
epidemiológica, la prevención y el control de los casos de covid-19 en conjunto
con la comunidad, promoviendo las medidas de higiene, generando un ambiente
favorecedor que las estimule (7), con el objetivo de
involucrar a las personas en las soluciones sanitarias de su barrio,
permitiéndole al Municipio de Quilmes incrementar su capacidad de relevamiento
de casos y promoviendo la organización de los actores sociales del barrio
detrás del objetivo común de prevenir y controlar la covid-19 y llevando
adelante una metodología común propuesta por la autoridad sanitaria. El 23 de
mayo realizamos la primera reunión con referentes de organizaciones sociales
(organizaciones barriales, comedores comunitarios, centros de jóvenes, centros
de primeras infancias, la iglesia del barrio, entre otros), con el objetivo de
planificar las acciones e invitar a la población a ser parte activa de la
estrategia de abordaje. Hasta ese momento había en el barrio seis casos
confirmados de covid-19. El 28 de mayo se realizó un operativo Detectar en el
barrio, y la búsqueda activa de casos sospechosos estuvo a cargo de les
promotores de salud del Municipio de Quilmes y de las organizaciones sociales,
que distribuyeron el territorio en 17 zonas de búsqueda. Cada organización
convocó a sus integrantes para recorrer la zona previamente asignada, que era
aquella donde habitualmente desarrollaba sus tareas comunitarias y tenían mayor
empatía y conocimiento con les vecines. Así fue como el 28 de mayo alrededor de
un centenar de promotores de salud y referentes de la comunidad (previamente
capacitados en la búsqueda activa de casos sospechosos de covid-19) recorrieron
todo el barrio buscando casos sospechosos casa por casa y acompañándolos a la
unidad sanitaria móvil dispuesta en la plaza del barrio para acceder a los
hisopados.
Posteriormente,
esa articulación informal pero efectiva se formalizó e institucionalizó
conformando un Comité Operativo de Emergencia (COE), del cual participaron las
organizaciones sociales y políticas del barrio, equipos de salud, seguridad y
desarrollo de la comunidad tanto del Municipio de Quilmes como del Gobierno de
la Provincia de Buenos Aires. La primera reunión del COE de Villa Itatí se
realizó el 31 de mayo y asistieron autoridades municipales y provinciales,
entre ellas la intendenta municipal y los ministros de Salud y Desarrollo de la
Comunidad de la PBA. Al 22 de agosto se habían llevado adelante 13 reuniones
semanales consecutivas en la parroquia Virgen de Itatí para seguir coordinando
las acciones sanitarias (Fig. 1).
Figura 1. Primera reunión del
COE de Villa Itatí. Fuente: Municipio de Quilmes.
El COE se consolidó como una instancia de
coordinación para desarrollar acciones vinculadas al abordaje de la emergencia
en el barrio que permitió planificar recorridas casa por casa, organización de
entregas de alimentos y artículos de higiene, y circuitos en casos de existir
familias del barrio que presenten una infección por covid-19 o síntomas compatibles
con ella. Permitió establecer pautas claras de organización dentro del barrio,
unificar criterios y estrategias de acompañamiento ante situaciones de
vulnerabilidad, facilitar la
comunicación en caso de situaciones conflictivas y ser el ámbito institucional
de información sanitaria confiable y oficial. Al mismo tiempo, funcionó como
ámbito de resolución de conflictos que se dieran en el barrio. De esta manera,
la gran mayoría de los actores sociales habían aportado a prevenir y controlar
la covid-19, de manera articulada entre sí, con el Municipio de Quilmes y el
Gobierno de la PBA, con un objetivo común y con la misma metodología de
abordaje sanitario.
Por
las características sociodemográficas del barrio, se decidió descentralizar el
abordaje territorial. Se dividió el área programática del CAPS Villa Itatí, en
tres subáreas: A, B y C. Cada una de estas conformó equipos de salud
comunitaria integrados por:
- un profesional de la Secretaría de Salud del
Municipio de Quilmes;
- integrantes del equipo de salud del CAPS del
Barrio o bien de los CAPS cercanos, y de los Ministerios de PBA y Nación;
- referentes sanitarios de organizaciones
sociales del barrio (enfermera o trabajadora social);
- referentes sociales del barrio.
Cada
uno de estos tres equipos tenía actividades planificadas para realizar todos
los días. Comenzaba con la búsqueda activa de casos sospechosos en el marco del
Operativo Detectar, realizada ininterrumpidamente desde el 28 de mayo (de lunes
a sábados de 9 a 14 h). Los equipos previamente descriptos más promotores de
salud del Municipio de Quilmes y del Ministerio de Salud de la Provincia de
Buenos Aires, voluntarios del barrio y militantes de organizaciones sociales
salían puerta por puerta a identificar personas con síntomas compatibles con la
definición de caso sospechoso de covid-19 (síntomas que fueron variando con el
tiempo). Cuando identificaban un vecino con síntomas lo acompañaban a la unidad
sanitaria móvil para hacerse el hisopado y luego regresaban a su domicilio a la
espera del resultado, o se lo derivaba a un centro de aislamiento u hospital,
según su situación clínica.
A
medida que se confirmaban los casos de manera centralizada la trabajadora
social del CAPS de Villa Itatí, con ayuda de otras trabajadoras sociales de los
CAPS cercanos que debieron ser convocadas por el gran volumen de trabajo,
realizaban las investigaciones de los casos para identificar los contactos
estrechos de cada persona infectada. Toda esta información se iba consolidando
en una base de datos y se georreferenciaba (Fig. 2). A partir de allí cada
equipo de salud comunitaria se encargaba de hacer la evaluación clínica inicial
para determinar si el caso confirmado cumplía con los criterios de internación
hospitalaria. Si no era así, desde el primer momento se hacía mucho hincapié en
lo importante de que la mayor cantidad de casos pueden recuperarse fuera del
barrio, en los centros de aislamiento sanitario (CAS) extrahospitalarios del
Municipio de Quilmes, con el objetivo de cortar la transmisión del virus,
evitando nuevos contagios dentro de su grupo familiar y en el barrio, habida
cuenta de que las inadecuadas características habitacionales de la mayoría de
la población descriptas imposibilitaban el aislamiento domiciliario de un caso
confirmado según las recomendaciones sanitarias vigentes: permanecer en un
espacio o habitación de uso individual; la puerta de la habitación debía
permanecer cerrada hasta el final del aislamiento y debía mantenerse una
adecuada ventilación; no salir de la habitación en ninguna circunstancia, con
excepción del uso del baño o una condición de urgencia; la persona enferma
debía lavarse las manos antes y después de concurrir al baño, y dentro de la
habitación de aislamiento debería utilizar soluciones hidroalcohólicas en forma
frecuente; utilizar utensilios de aseo individuales, al igual que los productos
para la higiene de manos como el jabón o la solución hidroalcohólica; entre
otras (8).
Figura 2. Mapa de Villa Itatí
con las tres áreas epidemiológicas delimitadas y los casos (puntos rojos) y
contactos estrechos (puntos verdes) georreferenciados. Fuente: COE de Villa
Itatí.
El
Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) de Quilmes era quien se
encargaba de realizar todos los traslados, ya fueran a un CAS o a un hospital.
Los equipos de salud comunitaria, además, se encargaban del seguimiento clínico
diario de los casos confirmados que se quedaban a recuperarse en el barrio y a
hacer el seguimiento personalizado de los contactos estrechos que había en cada
zona asignada.
Cabe
señalar que estas intervenciones y la conformación de los equipos comunitarios
desde una perspectiva interdisciplinaria e intersectoriales son pensadas
partiendo de la idea, como se señaló, de una mirada integral de la salud. Por
esto mismo, con las recorridas casa por casa, además de la búsqueda de personas
sintomáticas, se proponía generar un ámbito de encuentro y contención en este
contexto de aislamiento y distancia social, así como un momento de intercambio
con la comunidad de información clara y segura.
Entonces
se propuso una estrategia de seguimiento personalizado de contactos estrechos
con población nominal a cargo: cada promotor/a de salud tenía a su cargo un
determinado número de contactos estrechos, a quienes visitaba dos veces por
día. En las visitas evaluaban la aparición de síntomas (y por ende la necesidad
de hisopado en el barrio por tratarse de un caso sospechoso); el cumplimiento
del aislamiento domiciliario por ser contacto estrecho, y por último la
necesidad de asistencia alimentaria, que en caso de existir, se proveía
directamente en forma de bolsones con alimentos y elementos de higiene y
limpieza. Se completaba diariamente una planilla de seguimiento por cada uno de
los contactos estrechos hasta cumplir los 14 días de aislamiento indicados
(Fig. 3).
Figura 3. Planilla de
seguimiento de contactos estrechos. Fuente: Secretaría
de
Salud del Municipio de Quilmes.
Resultados
Durante
el período analizado (del 28 de mayo al 22 de agosto) se identificaron 2206
casos sospechosos por los promotores de salud e integrantes del COE que fueron
hisopados en la unidad sanitaria móvil que quedó fija en Villa Itatí.
Al
22 de agosto había confirmados en Villa Itatí 1067 casos de covid-19, con una
tendencia a la baja de los casos e hisopados diarios (Fig. 4). El 40,7% de los
nuevos casos provenían de contactos estrechos, mientras que el 59,3% era de
circulación comunitaria. Los casos se duplicaban cada 31 días y el porcentaje
de positividad de los hisopados fue aumentando de manera paulatina desde el 24%
hasta el 48% el 22 de agosto. Sin embargo, del total de casos de Villa Itatí,
sólo 62 (6%) estaban activos al final del período, con el resto de los casos ya
recuperados.
Figura 4. Cantidad total de hisopados y casos confirmados de
covid-19 en Villa Itatí entre el 28 de mayo y el 22 de agosto de 2020. Fuente:
Elaboración propia basada en los datos del SIISA.
Desde el inicio del abordaje en Villa Itatí se
controló a 2860 contactos estrechos, de los cuales el 90% (2577) ya tenían el
alta luego de haber cumplido 14 días de aislamiento domiciliario al final del
período de estudio. Con las visitas domiciliarias diarias se verificó que la
gran mayoría de los contactos estrechos habían cumplido con el aislamiento
domiciliario: según los días, entre el 88,9% y el 99% de cumplimiento. Al 22 de
agosto había 283 contactos estrechos bajo seguimiento distribuidos en las tres
áreas territoriales.
Entre el 28 de mayo y el 22 de agosto el SAME de
Quilmes realizó 393 traslados a los centros de aislamiento sanitario y 240 a
los hospitales de agudos de la región. Este gran número de pacientes
confirmados para covid-19 que salieron del barrio a hacer su recuperación
permitieron que no se contagiara su grupo familiar y sus vecinos, y por ende
colaboraron para que se controlara la situación epidemiológica del barrio.
Convencer a los casos confirmados de que el mejor lugar para recuperarse era
fuera del barrio fue una tarea medular del COE llevada adelante por todos sus
actores.
En
esos casi tres meses fallecieron en total 14 personas por covid-19 en Villa
Itatí, una tasa de letalidad del 1,3% (inferior al promedio municipal,
provincial y nacional).
Además, durante las recorridas casa por casa se
identificaron otras situaciones de salud que requirieron la intervención de los
equipos de salud, como necesidades de salud mental o bien situaciones de
violencia por razones de género.
Estos datos evidencian el gran alcance territorial
que permitió el COE. Se hisopó al 13,4% del barrio y se identificó que el 6,5%
de la población del barrio fue positiva para covid-19. Un estudio realizado en
conjunto entre el Municipio de Quilmes y el Ministerio de Salud de PBA para
analizar la seroprevalencia de covid-19 en la población de Villa Itatí indicó
que el 9% de la población estuvo en contacto con la covid-19. Dicho de otra
manera, por cada dos casos identificados en el barrio como positivos de
covid-19 hubo otro que no se identificó, ya sea por haber cursado una forma
asintomática de la enfermedad o por haber tenido alguna barrera en el acceso.
Haber podido organizar el seguimiento
georreferenciado de los contactos estrechos del barrio con el COE permitió que
los equipos de salud comunitaria llegaran a pasar al menos una vez por día por
cada hogar con contactos estrechos para hacer la evaluación clínica e
identificar tempranamente la eventual aparición de síntomas y en tal caso
garantizar el acceso al hisopado el mismo día o al día siguiente. Además, esta
estrategia permitió alcanzarle a cada familia o caso en seguimiento que lo
necesitaba un bolsón con alimentos y productos de limpieza, habida cuenta que
no podía salir de su domicilio para proveérselo y en muchos casos la indicación
de aislamiento domiciliario no les permitía salir a trabajar. Finalmente, otro
aspecto relevante de esta estrategia de seguimiento personalizado de los
contactos estrechos fue corroborar el cumplimiento del aislamiento
domiciliario.
La reunión semanal del COE se consolidó como un
espacio de análisis epidemiológico del barrio, donde se compartían la situación
semanal (cantidad de hisopados, nuevos casos, georreferencia de los mismos,
tasa de positividad, ritmo de duplicación) y se definía la ubicación de la
unidad sanitaria móvil de la semana siguiente, siempre dentro del barrio pero
semana a semana con una lógica itinerante. Además, era el espacio donde se
aclaraban dudas o rumores que circulaban por el barrio y se valoraba como
fuente de información oficial. Con el correr de las semanas fueron agregándose
otros temas sanitarios además de la covid-19, como el acceso a medicamentos,
turnos y vacunación que, desde una perspectiva integral de salud, también
debían ser escuchados y resueltos.
Desde
el primer momento se acordó en el COE priorizar las acciones sanitarias
relacionadas con la covid-19, con la propuesta de dejar momentáneamente de lado
muchos reclamos justos y que además hacían también a la salud, como la
necesidad de urbanizar el barrio y mejorar las condiciones de vivienda. Estos
acuerdos permitieron al COE funcionar detrás de un objetivo común y pudiendo
dejar de lado diferencias personales, políticas y organizativas entre las
organizaciones y entre algunas de estas y las gestiones municipal y provincial,
para, en el marco de una pandemia y un riesgo a la salud inminente,
concentrarse en lo más urgente. Con el tiempo, en las últimas semanas también
comenzaron a abordarse esas necesidades estructurales del barrio pero ya en un
ámbito común, institucional, respetuoso y constructivo.
Discusión
El abordaje comunitario de la pandemia de covid-19
en Villa Itatí permitió fortalecer la organización del barrio para optimizar de
manera integral todos los recursos disponibles en pos de cuidar la salud de la
población. El COE cumplió un papel fundamental en esta organización al ser el
ámbito institucional y validado por la comunidad para compartir las
actualizaciones epidemiológicas, evacuar dudas, compartir decisiones, discutir
propuestas y llevarlas adelante de manera conjunta.
Tal como se plantea en la propuesta de abordaje
territorial de respuesta al coronavirus del Ministerio de Salud de PBA, la
respuesta organizada de la comunidad toda es fundamental para el abordaje de la
epidemia (3). El entramado de redes de contención cobra
importancia en este contexto, ya que muchas de ellas se hacen indispensables
para enfrentar el aislamiento social preventivo y obligatorio que se
transitaba. En este sentido, la posibilidad de organización de dichas redes,
así como la respuesta del Estado, son esenciales.
En este caso, el COE fue una herramienta central
para que el sistema de salud, fragmentado y con gran déficit de accesibilidad,
pudiera dar respuestas efectivas a la población de Itatí. Esto deja ver cómo la
comunidad organizada puede ser un elemento de reorganización del sistema basado
en la realidad territorial, lo cual en este contexto permitió que quien
necesitara del sistema pudiera utilizarlo, lo cual también impacta en
indicadores como la baja tasa de letalidad. Esta experiencia puede contribuir a
valorar la función de la organización popular, los promotores de salud y las
políticas de prevención activa territorial como uno de los ejes de abordaje de
la pandemia en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, es importante destacar algunas
limitaciones de este estudio y/o situaciones que puedan hacer que esta
experiencia no sea replicable en su totalidad. Por un lado, es un análisis
contrafáctico pensar cómo hubiera sido el resultado de la pandemia de covid-19
en Villa Itatí sin esta organización de la sociedad para evaluar con mayor
precisión la efectividad del presente abordaje. Por otro, cuando se comparan
los resultados de Itatí con los de otros barrios de Quilmes o la PBA pareciera
ser que esta forma de organización explica parte de los buenos resultados
sanitarios del barrio. En segundo lugar, nos encontramos con un barrio con un
alto grado de organización previo: múltiples organizaciones sociales,
políticas, comedores, actores eclesiásticos, centros de salud del barrio y
dispositivos juveniles, que colaboraron para que esta propuesta del Estado
fuera bien recibida y articulada con los actores locales. La articulación entre
el Municipio de Quilmes y el Gobierno de la PBA, en particular del Ministerio
de Salud, fue también una de las claves para responder a las demandas
sanitarias que se iban encontrando o generando como consecuencia de la
presencia continua en el barrio. También es importante destacar el abordaje
desde las áreas de Desarrollo Social y de la Comunidad en la asistencia
alimentaria, porque fue uno de los factores que contribuyeron a que no hubiera
necesidades de que las familias salieran de sus casas y, por ende, se
incrementara el riesgo de contagios.
Esta estrategia de abordaje contribuyó a evitar un
brote sin la necesidad de un aislamiento comunitario con intervención de las
fuerzas de seguridad (como sí sucedió en el barrio de Villa Azul) y con la
legitimidad de que haya sido la propia comunidad quien lo llevó adelante bajo
la conducción sanitaria de la Secretaría de Salud del Municipio de Quilmes y
del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. En definitiva, en
Villa Itatí lograron identificarse de manera oportuna los nuevos casos
sospechosos, garantizar rápidamente el hisopado y sus resultados, sugerir la
internación fuera del barrio de los casos confirmados y hacer un seguimiento
diario en persona de los contactos estrechos, lo cual contribuyó a enlentecer
la tasa de incidencia de casos y aumentar el tiempo de duplicación de casos. La
relativamente baja seroprevalencia de covid-19 encontrada contrasta con la
positividad encontrada en otro barrio popular con similares características de
Buenos Aires, el barrio Padre Mugica (conocido también como Villa 31), donde el
53,4% de la población tomó contacto con la covid-19, y por cada positivo que se
detectó hubo otros nueve que no se identificaron (9).
En el futuro sería de utilidad analizar los
desenlaces sanitarios (de proceso y de resultados) del abordaje de la covid-19
con este formato y compararlo con abordajes no participativos centrados en los
centros de atención primaria. Esperamos que el COE y esta forma de organización
en torno a la covid-19 pueda ser la semilla del foro de salud del barrio donde
se discutan las necesidades sanitarias de la comunidad, y que sea la propia
comunidad no sólo el eje de las acciones sino también un protagonista de la
resolución de las mismas.
Agradecimientos.
Al equipo de salud del CAPS de Villa Itatí y del
Hospital Modelo de Don Bosco, en particular a Jorge Bouzali, Eugenia Cariaga,
Sonia Morua y Gladys Velázquez. A les promotores de salud y del barrio que en
todo el tiempo del estudio lo dio todo por la salud de Villa Itatí, con
solidaridad y amor para garantizar la salud en el barrio. Al Comité Operativo
de Emergencias de Villa Itatí.
Referencias
bibliográficas
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